Correr es una de las actividades físicas más populares y beneficiosas que se pueden realizar. No solo nos permite mantenernos en forma, sino que también mejora nuestras funciones cardiovasculares y fortalece los músculos de todo nuestro cuerpo. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con el deseo de correr más rápido, ya sea para alcanzar nuestros objetivos personales o competir en carreras. En este artículo, te presentaremos 4 trucos efectivos para ganar velocidad en tus carreras y convertirte en un corredor más rápido.
Consejos para correr más rápido
Mantén una buena postura: La postura es un aspecto crucial para correr más rápido. Al mantener la columna vertebral recta y los hombros relajados, seremos más eficientes en nuestra zancada y podremos aprovechar mejor la energía. Evita encorvarte o encoger los hombros, ya que esto solo te restará velocidad.
Aumenta la cadencia: La cadencia se refiere a la cantidad de pasos por minuto, y es otro factor determinante en la velocidad de carrera. Para correr más rápido, es importante aumentar nuestra cadencia. Una forma de lograrlo es contar el número de veces que uno de nuestros pies toca el suelo durante un minuto y tratar de aumentarlo gradualmente. Esto nos ayudará a mover las piernas más rápido y a alcanzar una mayor velocidad.
Incorpora el entrenamiento de intervalos: Los entrenamientos de intervalos son una excelente forma de mejorar nuestra velocidad en la carrera. Consisten en alternar períodos de alta intensidad con períodos de descanso o recuperación, lo que nos permite trabajar tanto la resistencia como la velocidad. Los intervalos cortos de alta intensidad, como los sprints de 200 metros, nos ayudarán a mejorar nuestra velocidad en distancias más cortas, mientras que los intervalos más largos, como los de 800 metros, nos ayudarán a mejorar nuestra resistencia en carreras más largas.
Trabaja en la fuerza de las piernas: Una de las claves para correr más rápido es tener unas piernas fuertes. Incorporar ejercicios de fuerza en nuestra rutina de entrenamiento nos permitirá mejorar nuestro rendimiento en la carrera. Ejercicios como las sentadillas, estocadas y saltos ayudan a fortalecer los músculos de las piernas, lo que a su vez nos permite impulsarnos con mayor potencia y alcanzar una mayor velocidad.
Entrenamientos de velocidad y resistencia
El entrenamiento de velocidad y resistencia es fundamental para correr más rápido y mejorar nuestro rendimiento en carreras. A continuación, te presentamos dos tipos de entrenamientos efectivos para potenciar tanto tu velocidad como tu resistencia.
Entrenamiento de Intervalos: Los intervalos consisten en alternar períodos de esfuerzo intenso con períodos de descanso. Por ejemplo, puedes correr a toda velocidad durante 1 minuto y luego caminar o trotar suavemente durante 1 minuto como período de recuperación. Este tipo de entrenamiento mejora nuestra capacidad aeróbica y nos ayuda a aumentar la velocidad en las carreras.
Entrenamiento en Cuestas: Correr en cuestas es otro tipo de entrenamiento de velocidad muy efectivo. El esfuerzo adicional al subir una pendiente nos ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y mejorar la resistencia. Con el tiempo, podrás correr cuesta arriba a mayor velocidad y con menos esfuerzo, lo que te ayudará a acelerar en terrenos planos.
Escucha a tu cuerpo para evitar lesiones
Si bien es importante hacer entrenamientos intensos para correr más rápido, también es crucial escuchar a nuestro cuerpo y evitar lesiones. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para prevenir lesiones mientras trabajas en tu velocidad:
Calentamiento: Antes de comenzar cualquier entrenamiento de velocidad, es esencial realizar un calentamiento adecuado para preparar nuestro cuerpo. Esto puede incluir ejercicios de movilidad articular, estiramientos dinámicos y carreras ligeras. Un calentamiento adecuado aumenta la temperatura corporal y mejora la circulación sanguínea, lo que reduce el riesgo de lesiones.
Escucha a las señales de tu cuerpo: Si sientes dolor o molestias durante los entrenamientos, detente y descansa. Forzarse demasiado puede llevar a lesiones graves que nos alejen de correr durante semanas o incluso meses. Es importante equilibrar el deseo de velocidad con el cuidado de nuestro cuerpo.
Agrega días de descanso: Los días de descanso son tan importantes como los días de entrenamiento. Permiten que nuestro cuerpo se recupere de los esfuerzos y previenen el sobreentrenamiento. Asegúrate de programar al menos uno o dos días de descanso a la semana para ayudar a tu cuerpo a recuperarse y repararse.
Añade velocidad a tus carreras largas
Muchas veces, los corredores se enfocan únicamente en mejorar su velocidad en carreras cortas o en entrenamientos de velocidad, y olvidan que también pueden añadir velocidad a sus carreras largas. Aquí te presentamos algunos consejos para hacerlo:
Comienza con un ritmo más rápido: En lugar de empezar tus carreras largas con un ritmo lento y reservado, intenta comenzar a un ritmo más rápido. Esto te ayudará a acostumbrarte a correr a una velocidad más alta y a desafiar tus límites. Comienza con una distancia más corta y aumenta gradualmente la velocidad.
Incorpora intervalos de velocidad: Durante tus carreras largas, puedes incorporar intervalos de velocidad para agregar emoción y mejorar tu rendimiento. Por ejemplo, puedes agregar sprints de 30 segundos cada 10 minutos o acelerar durante los últimos kilómetros de la carrera.
Juega con la inclinación: Si tienes acceso a una cinta de correr o a una pista con desnivel, puedes jugar con la inclinación para aumentar la intensidad de tu carrera larga. Correr cuesta arriba aumenta la resistencia y fortalece los músculos, lo que te permitirá correr más rápido en terrenos planos.
La mentalidad juega un papel importante: A veces, la diferencia entre correr más rápido o quedarnos estancados está en nuestra mente. Mantén una mentalidad positiva y enfocada durante tus carreras largas y visualiza alcanzar tus objetivos. La confianza y la determinación pueden marcar la diferencia en tu rendimiento.
Correr más rápido no es solo una cuestión de empujar más fuerte y más rápido. Incorporar entrenamientos de velocidad y resistencia, escuchar a nuestro cuerpo y añadir velocidad a nuestras carreras largas son estrategias clave para mejorar nuestro rendimiento en la carrera. Recuerda que la consistencia y la paciencia son fundamentales en esta búsqueda de mayor velocidad. ¡Así que sal ahí afuera, entrena duro y disfruta de los resultados que lograrás!